miércoles, 7 de mayo de 2014

Vencejos, golondrinas y aviones.

Ya han llegado, qué alegría. Son los vencejos.



Si agudizamos nuestro oído a primera hora de la mañana, cuando no hay mucho tráfico, podemos escuchar su característico “chillido” mientras sobrevuelan nuestras cabezas en  la gran ciudad.

Podemos verlos en gran número volando entre los edificios. En ocasiones no sabemos de donde salen, ni a donde van, no dejan de dar vueltas y vueltas arriba en el cielo, y de pronto, desaparecen de nuestra vista.

El vencejo se caracteriza por sus largas y estrechas alas en forma de guadaña y su rápido vuelo. A simple vista sólo podemos distinguir su silueta negra de alas alargadas volando de un lado a otro.


Anidan bajo teja, en grietas u oquedades de iglesias, casas o edificios.

Son muy, muy difícil de fotografiar, antes de poderles enfocar ya se han salido del encuadre. Algunas de las fotos que hemos tomado, prácticamente nos ha tocado estar esperando a que entraran o salieran de sus nidos.

Donde mejor se pueden fotografiar y probar si somos o no rápidos con el “gatillo” de disparo, es en las iglesias de los pueblos. Es en estas esperas, hablando con la gente del pueblo que nos observa sorprendidos por ésta afición nuestra, nos han contado que cuando ellos eran niños “pescaban” los vencejos al vuelo con una caña.

Aunque creamos que los vencejos son de la misma familia que las golondrinas y los aviones, estamos bastante equivocados.


El vencejo pertenece a la familia de los apódidos que se caracterizan porque tienen las patas muy cortas y nunca se posan voluntariamente en el suelo, pero sí se posan colgando de superficies verticales. Esto es debido a que sus alas son extremadamente largas y sus patas cortas, de forma que al ave le resulta muy difícil  levantar el vuelo en superficies horizontales.

Por otro lado,  las golondrinas y los aviones pertenecen a la familia de los hirundínidos  que se caracterizan porque construyen nidos de tierra o de arena con una mezcla de saliva y a veces plumas, pegados en paredes o en cavidades de acantilados o grutas.

La golondrina común, es un ave tradicionalmente respetada en los pueblos aunque recientemente se han visto amenazadas por aquellos que derriban sus nidos por los excrementos que producen, inconscientes de la gran cantidad de insectos que comen, regulando los excesos de  población de éstos tan molestos en verano.


Tal es la amenaza que sufre la golondrina, que este año 2014 la Sociedad Española de Ornitología la ha nombrado ave del año.


Luego tenemos los aviones, comunes y zapadores. Se diferencian de las golondrinas por ser de color negro, con el obispillo y las partes inferiores del cuerpo blancos. Mientras que la golondrina es de color azul metálico y con  frente, barbilla y garganta, rojizos. Con una gruesa franja azul oscuro que separa la garganta del pecho y abdomen blancuzcos. Las plumas externas de la cola son alargadas de forma horquillada. La característica más notable por la cual la mayoría de la gente las reconoce al vuelo.

Aviones cogiendo barro para hacer el nido.

Foto de junio del 2013: nido y pollos de avión común.

Avión zapador.

Terminamos esta entrada con una curiosidad:  la conocida sopa de nido de golondrina, típica de la cocina china, no se hace con nidos de golondrina. Sino con nidos de la familia de los apódidos. Exacto, familia a la que pertenecen los vencejos. En concreto los nidos son de salaganas de similar aspecto que los vencejos. Para saber más de éste tema os dejamos el siguiente enlace.

Un saludito a todos.